El Hajj: un viaje espiritual y una tradición que une.

Cada año, millones de musulmanes de todo el mundo se preparan para realizar uno de los actos más importantes de su fe: el Hajj, la gran peregrinación a La Meca. Este viaje, que tiene lugar una vez al año durante el mes islámico de Dhu al-Hijjah, no es solo una tradición religiosa, sino una experiencia espiritual profunda que simboliza la entrega a Dios, la humildad y la unidad de toda la comunidad musulmana. Este año, el Hajj empezó la noche del pasado 4 de junio, y finalizará el próximo lunes, día 9.  

¿Qué es el Hajj?

El Hajj es uno de los cinco pilares del Islam, es decir, uno de los fundamentos sobre los que se basa la vida religiosa de una persona musulmana. Realizar esta peregrinación al menos una vez en la vida es obligatorio para todos aquellos que tienen la salud y los medios económicos suficientes para hacerlo.

Durante el Hajj, los peregrinos viajan a La Meca, en Arabia Saudí, considerada la ciudad más sagrada del Islam. Allí, durante varios días, realizan una serie de rituales que siguen los pasos del profeta Ibrahim (Abraham), su esposa Hajar y su hijo Ismail. Entre estos rituales está el tawaf (dar siete vueltas alrededor de la Kaaba), el recorrido entre los montes Safa y Marwa, y la permanencia en Arafat, un momento clave de reflexión y oración.

¿Por qué se celebra?

El Hajj conmemora la historia del profeta Ibrahim, quien fue puesto a prueba por Dios cuando se le pidió sacrificar a su hijo como acto de obediencia. Según la tradición islámica, Ibrahim accedió, pero en el último momento Dios detuvo el sacrificio y le envió un carnero como sustituto. Esta historia es un símbolo de la fe, la obediencia y la confianza en Dios.

La Fiesta del Cordero (Eid al-Adha)

Como parte de esta historia, al finalizar el Hajj se celebra una de las fiestas más importantes del calendario islámico: Eid al-Adha, también conocida como la Fiesta del Sacrificio o la Fiesta del Cordero

Durante esta celebración, las familias musulmanas que pueden permitírselo sacrifican un animal, generalmente un cordero, en recuerdo del acto de fe de Ibrahim. El cordero es el animal más habitual porque, según la tradición, fue precisamente este tipo de animal el que Dios proporcionó para el sacrificio.

Además, el cordero es un símbolo de humildad, pureza y entrega. Tiene el tamaño adecuado para alimentar a una familia y compartir con otras personas. Este gesto representa los valores de solidaridad, generosidad y comunidad.

Aunque también se pueden sacrificar otros animales permitidos, como vacas o cabras, el cordero sigue siendo el más común por razones prácticas, culturales y simbólicas.

Una celebración que cruza fronteras

Tanto el Hajj como la Fiesta del Cordero son momentos de gran importancia para las personas musulmanas en todo el mundo, incluidas las que viven en España. Para muchas familias, es un tiempo de reunión, oración, solidaridad y reflexión. Para los jóvenes, puede ser una oportunidad para conocer más sobre sus raíces, fortalecer su identidad y vivir la fe de forma consciente y compartida.

Más allá de las prácticas religiosas, estas fechas son también una ocasión para tender puentes, explicar tradiciones, y mostrar cómo la espiritualidad puede ser una fuente de unión, respeto y paz.

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